El humano es un ser en esencia comunicativo, el cual puede inventar, pensar y desarrollar nuevas formas de convivencia. Por lo tanto se deben poner en práctica una serie de elementos para que la comunicación sea efectiva en las relaciones interpersonales, ya que dependen de la afinidad y comunicación que exista entre los miembros de un grupo, de acuerdo con su grado de autoestima y desarrollo personal.
Existen modalidades inadecuadas de comunicación entre el emisor y receptor que perjudican de alguna manera y provocan el distanciamiento interpersonal del individuo y se manifiesta en el día a día. Entre ellas podemos nombrar: Tipo juez, analítico, sabelotodo, moralista, crítico y consolador. Todos estos traen consecuencias negativas ya que la persona que recibe el mensaje no aporta ideas ni ayuda a la solución de problemas planteados por el emisor. Por consiguiente es indispensable saber escuchar y reflexionar; para lograrlo, el receptor debe motivar a su interlocutor en buscar las alternativas que considere más conveniente para el caso.
¡Reflexiona!
Debemos comunicarnos de una manera eficaz, es decir, debemos hacer el esfuerzo necesario para que comprendan lo que realmente queremos transmitir. Pero igualmente tenemos que cuidar muy bien la forma en que decimos lo que sentimos, procurando una comunicación asertiva, expresando nuestros criterios, pero a la vez respetando las ideas y la dignidad de los demás.
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